La composición del misterio de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén crea un misticismo con la escena de Jesús a lomos de un pollino cruzando el Pórtico del Cristianismo, representado por dos palmas que se unen en la parte superior, portadas por dos hombres hebreos, ante un pueblo que lo recibe, lleno de gozo por ver al Mesías, entre ramitas de olivos y mantos a su paso. Este pueblo hebreo es representado por una mujer hebrea con dos niñas, un en brazos y la otra junto a ella, un hombre mayor hebreo con su hijo y un pequeño hebreo que al paso del Mesías lanza un manto. Tras Jesús a lomos del pollino lo siguen tres Apóstoles, San Pedro, Santiago y San Juan de la Palma, que representan a los seguidores de Jesús, al pueblo cristiano.
Conjunto de hombre hebreo y su hijo
Conjunto de mujer hebrea con niña en brazos y otra de pie
Niño hebreo que lanza su manto al paso del Mesías
Pórtico del Cristianismo
Pórtico del Cristianismo – Conjunto de hombres hebreos
(de izquierda a derecha) San Pedro, San Juán de la Palma y Santiago